Patologías y tratamientos

Cáncer de próstata


Es considerado el segundo cáncer más frecuente Si bien no están definidos cuáles son los factores de riesgo para el cáncer de próstata, se conocen tres que podrían tener mayor relación con el padecimiento de esta enfermedad. Estos son: la edad (a mayor edad aumenta el riesgo), origen étnico (es más frecuente en las personas afroamericanas que en los blancos e hispanos) y la herencia (con un familiar de primer grado se duplica el riesgo y con dos o más, el riesgo es de 5 a 11 veces mayor). En cuanto al cáncer de próstata hereditario, solo representa el 9% del mismo y se define como la presencia de 3 o más familiares de primer grado con un comienzo precoz de la enfermedad (antes de los 55 años).

¿Quién debe hacerse chequeo prostático?


TODOS los hombres mayores de 50 años, aunque estén asintomáticos.
TODOS los hombres mayores de 40 años si tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata.
El chequeo prostático consiste en la determinación del antígeno prostático específico (PSA) en sangre y el tacto rectal. De encontrarse indicadores de sospecha de cáncer se procede a la realización de una resonancia magnética multiparamétrica de próstata o de una biopsia prostática para confirmar el diagnóstico.
Una vez diagnosticado el mismo, confirmado que la enfermedad se encuentra localizada en la próstata, el IMT ofrece el tratamiento más adecuado según las necesidades de cada paciente.

Tratamiento


  • Cirugía radical: La prostatectomía radical, con preservación de nervios erectores, se puede realizar por vía abierta o por vía laparoscópica. Éste último es un procedimiento quirúrgico poco invasivo, que consiste en la extirpación de la próstata, vesículas seminales y ganglios linfáticos. La utilización de una torre de tres dimensones 3d de alta definición, ofrece una visualización de excelente calidad, permitiendo al cirujano realizar los procedimientos con gran precisión, obteniendo mejores resultados quirúrgicos.

  • Braquiterapia: Consiste en la colocación en el interior de la próstata de fuentes metálicas cargados (semillas) con radioactividad. Generalmente el material radioactivo utilizado es el yodo aunque se pueden utilizar otros elementos. Su ventaja potencial consiste en que la radiación de alta energía se coloca directamente en el interior de la próstata, donde está el cáncer, por lo que la radiación tiene pocas posibilidades de dañar los órganos que se encuentran cerca de la próstata como son la vejiga y el recto.
  • Radioterapia externa: Consiste en la irradiación de la próstata desde el exterior. El inconveniente de este procedimiento es que no solo la próstata recibe la radiación sino la vejiga y el recto, por lo que puede provocar un mayor porcentaje de efectos adversos que la braquiterapia. El tratamiento tiene una duración de 36 sesiones diarias.
  • HIFU: Son las siglas inglesas de Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad. La destrucción del tejido es atribuida a 3 fenómenos: coagulación, cavitación y calor. El HIFU también se puede utilizar como terapia focal del cáncer de próstata ya que permite destruir la zona de la próstata donde se encuentra el tumor, en caso de que esté limitado a una zona concreta y pequeña de la próstata.
  • Crioterapia: Es un procedimiento mínimamente invasivo. Consiste en la colocación en la próstata a través de la piel del perinee de varias criosondas. La punta de las criosondas se enfría rápidamente lo que provoca la congelación y destrucción del tumor y del tejido prostático adyacente. La colocación de las criosondas y el proceso de congelación son monitorizados simultáneamente por ecografía transrectal y por sensores de temperatura colocados estratégicamente.

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