La vejiga neurógena es un problema en el que una persona pierde el control de la vejiga a causa de un daño en el sistema nervioso.
Para que el aparato urinario funcione bien, los músculos y los nervios deben trabajar juntos para almacenar la orina en la vejiga y luego dejarla salir en el momento oportuno. Los nervios llevan los mensajes desde la vejiga hasta el cerebro informando que la vejiga está llena de orina. Además, los nervios llevan mensajes desde el cerebro hasta el músculo de la vejiga para que este se contraiga con lo que se consigue que la vejiga quede vacía. En la vejiga neurógena, los nervios que llevan los mensajes no trabajan correctamente.
¿Qué problemas puede producir una vejiga neurógena?
Puede producir escape de orina si los músculos que mantienen la orina en la vejiga se contraen con demasiada fuerza o mas veces de lo necesario. En otras personas una vejiga neurógena puede significar que los músculos que producen la salida de la orina no actúen correctamente con lo que la orina queda almacenada (retención crónica). Si la vejiga queda muy llena de orina, ésta puede regresar a los riñones y lesionarlo. Si la vejiga no se vacía completamente se puede producir una infección de orina.
Causas:
Una vejiga neurógena se puede producir por varios mecanismos como son: traumatismos de cerebro o de médula espinal, diabetes, enfermedades del sistema nervioso como el Parkinson, derrames cerebrales, infecciones del cerebro o de la médula, envenenamiento con metales pesados, etc. Algunos niños pueden nacer con problemas en los nervios (espina bífida, meningocele, etc).
¿Cómo se diagnostica?
Si se sospecha una vejiga neurógena, se debe realizar un examen del sistema nervioso y de la vejiga. Se tomarán radiografías del craneo y de la columna vertebral. Se puede realizar además un electroencefalograma en el cual se colocan unos cables en la cabeza para estudiar el funcionamiento del cerebro. Para estudiar los nervios de la vejiga, lo más probable es que se deba realizar un estudio urodinámico que consiste en colocar una pequeña sonda (tubo) en la vejiga con la cual se miden las presiones que se producen durante su funcionamiento.
El tratamiento de la vejiga neurógena dependerá de la causa que la haya provocado y del tipo de alteración que provoque en la vejiga. Si el problema es la retención de orina (la vejiga no se vacía), será necesario la colocación de sondas (tubos) a intervalos regulares para sacar la orina. Si el problema es que los músculos de la vejiga se contraen con mucha fuerza y más veces de lo necesario se necesitarán medicamentos que reduzcan su actividad.